Antecedentes y justificación
Tras las consecuencias del confinamiento a causa del Covid-19, los artistas escénicos nos hacemos preguntas a nivel operativo de nuestra área creativa y por lo tanto profundas reflexiones existenciales, pertinencias y metodologías.
Los avances tecnológicos de distribución masiva nos brindan una serie de herramientas de comunicación, plataformas que nos comparten en tiempo real audio y video, en pocas palabras la tele-presencia a nivel de teleconferencias.
Todas estas avances y tecnologías accesibles, de penetración del servicio de internet en la sociedad y el uso de herramientas digitales en la vida cotidiana, han abierto un sin número de conversaciones y por lo tanto reflexiones que culminan en interesantes, experimentos para crear oportunidades entre las artes vivas, las artes escénicas en tiempos de confinamiento y las plataformas digitales.
Con estas últimas, sería necesario afirmar que, en ningún caso, está búsquedas de uso telemática, de videoconferencias, de comunicación digital podrían suplir la experiencia escénica en vivo.
A lo largo de la historia del arte, la experiencia no dice que una experiencia no suprime a la otra y de ninguna manera la niega. La discusión de la digitalización teatral no es trascendente, el teatro como lo conocemos seguirá existiendo sin lugar a duda.
El tema que aquí abordamos, a modo de reclamos de los artistas es escénico, nuestras preguntas han tomado forma en innumerables reflexiones en todo el mundo y en forma general se ha concluido que, sí los artistas escénicos tomamos un medio digital para experimentar nuestra expresión debe de ponderar, sobresalir y evidenciar la vida. La vitalidad, el tiempo real, la emisión en directo, el ensayo, la convención y el estado de concentración de escena de los intérpretes. La sensación de arranque de un tren que no puede parar. (esto serían a groso modo, algunas de los elementos que buscamos integrar en este nuevo territorio)
Respecto a los espacios híbridos, cabe mencionar que desde la llegada de la televisión a la vida cotidiana, la experimentación con video casero, posteriormente con la distribución de la tecnología fotográfica y finalmente con el uso de las redes sociales, tenemos como artistas un amplio bagaje de conocimiento adquirido para usar el lenguaje audiovisual, la composición, el ritmo, el color, elementos de la percepción visual de la Gestalt y que decir de la sensibilidad musical, el uso del sonido como conductor emotivo, la memoria, etc.
Por estos antecedentes, los artistas escénicos podemos crear una categoría de Evento teatral de creación remota (tal vez) o como se le quiera llamar a esta experiencia. Lo único que debemos crear, es un sistema de reglas que nos permitan acceder al uso de nuestras habilidades de creación de espectáculos en vivo, aunque muestren persona que se encuentren en otro lugar físicamente.
Para la realización de esta obra a distancia, las características de creación distan poco de la creación escénica habitual, ya que ha habido ensayo, trabajo de mesa, experimentación, dramaturgia, dirección de actor, escenografía, movimiento escénico, coreografía, composición de imagen, iluminación, vestuario, un gran trabajo técnico de emisión y dirección de cámaras, acompañamiento creativo, ensayos, descubrimientos, errores, composición musical, diseño, discusión, entre otras muchas otras cosas que se necesitan para la realización de una producción escénica remota. (la bitácora de cada sesión está almacenada en twich.com/loquellega)
Descripción del dispositivo es escénico y dinámicas de creación.
El equipo se encuentra dividido en elenco y creativos. 6 intérpretes es escénicos y 1 artista plástico visual en la animación en vivo. La directora, Vivian Cruz en la voz en off, Héctor Cruz en la creación y operación de la programación multimedia, Abigail Cinco en el vestuario y asesoría espacial, Camilo Beristain en la composición musical, Darío Quiñones en la operación de la estación de animación en tiempo real (Morelos), Flor Velasco y Tony Ortíz en la difusión apoyo logístico.
Los artistas escénicos, intérpretes actores y bailarines han sido dirigidos por la directora del proyecto Vivían Cruz, se han realizado reuniones, ensayos periódicos por núcleos creativos para enfocar los avances. Dividido en tres parejas y la animación en vivo, se ha trabajado con estos equipos durante sesiones por separado y otras en conjunto para ensamblar las escenas.
Cabe mencionar que esta metodología de trabajo ha sido así desde la creación escénica presencial y ha sido un gran descubrimiento para nuestros procesos.
Paralelamente a esta nueva creación escénica inspirará en Loop espejos del tiempo, mi labor creativa multimedia fue la creación de un software a medida con el cual pudiéramos tener acceso a las señales de audio y video remoto en tiempo real y poder organizarlas y acomodarlas en una secuencia útil para la dramaturgia de la pieza. En pocas palabras cree un switcher de cámaras como si fuera televisión en vivo, las señales se muestran en un panel donde nosotros vamos decidiendo qué y cuánto mandar, una u otra imagen a la emisión streaming desde una consola central.
Finalmente, con la creación de las escenas remotas y la coordinación de cámaras, audio y video desde un solo lugar, hemos realzado un guion, una escaleta que nos da un contenedor creativo consistente. Cabe mencionar que, inspirados en el teatro, en el arte de la repetición, tenemos un rango de improvisación mínimo, sin embargo, la secuencia que presentamos es una construcción definida, la secuencia de imágenes que construimos tiene un significado simbólico, con esto nos desmarcamos del performance en vivo y reclamamos al teatro inspiración de estructura, secuencia, repetición y experiencia.
Finalmente, como último descubrimiento extracto de la danza, hemos creado una partitura sonora, una track de audio a modo de guía sonora con el cual todos los elementos podamos tener un mismo timing, una pieza con marcas que nos unifiquen a los participantes de este acto en vivo un canal emotivo por el cuál transitar de forma colectiva.
Héctor Cruz